Es muy bueno con la gente, con los perros es un poco más reactivo.   Lleva mal estar encerrado tantas horas sin nada que hacer; en cuanto entramos a sacarlo del chenil intenta colarse entre nuestras piernas para salir.   No entiende porqué no está en su casa, porqué está encerrado todo el día.

Tenemos demasiado perros y no podemos sacarlo todos los días, como nos gustaría, así que Coscu tiene que esperar a que llegue su turno y se desespera.   Es un perro muy guapo, tiene un pelaje muy original.