Gajo ha vivido en una casa unos siete meses y ahora en noviembre, curiosamente coincidiendo con su primera entrada en el albergue, nos lo han devuelto al Centro.

Como todos los de su raza tiene un nivel de energía altísimo, demanda mucho ejercicio físico además de juegos para ejercitar su mente; ¡incansable diría yo! Esta raza son perros muy inteligentes que aprenden rápido por lo que necesitan unos dueños dispuestos a darles estímulos.   No son perros aptos para cualquier persona, hay que pasar de las modas y encontrar el compañero adecuado al ritmo de vida que llevemos.

Es muy cariñoso, aunque un poco bruto jugando.   Es bastante obediente, está deseando aprender y parece que conoce algunas ordenes básicas como sentarse, atender a la llamada, etc.   Nos mira siempre con mucha atención esperando nuestros juegos, está deseando que le hagamos un poquito de caso.